No vengas tarde una vez más,
Te lo pide mi corazón,
El cual se ha cansado de esperar
El simple tono de tu voz.
Si vienes y yo no estoy
Y si ignoras quién soy,
No temas del futuro,
Habrá días más puros.
Un simple agitar de manos,
Será con el cual te llamo,
Para darte la mano,
Y por fin decir adiós sin cambio.
Y que agite mi decisión,
Y cambie al cielo de color,
Ahora que estamos solos
Para finalmente decirte adiós.
Agosto, 2000.
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