Una pared me acompaña
En mi largo y pesado caminar,
Dentro de un mundo sin canas
Mientras el tiempo corre sin parar.
Divide mi mundo de vicios
Y me enseña a cantar;
Lo llena de colores tibios
Que crea al azar.
Dicen que mi pared no existe
Y que es un sentido irreal,
Dicen que soy loco
Y que no sé qué pensar.
Han intentado derribarla
Y raptarme fuera de ella,
Aunque no tienen ni idea
De cómo traspasarla.
Por eso cuando mi mundo, amigo,
Y mi pared hayan caído,
En ese preciso momento,
La muerte mudará su asiento.
Abril, 1997.
No hay comentarios:
Publicar un comentario